Esta mañana la reconocida activista no binaria de la ciudad, Paris Caraballo, visitó los estudios de Mavi TV, el canal de streaming de La Pirámide, donde fue entrevistada en el programa Vale Por Este, y recordó su proceso en la obtención de su DNI con identidad no binaria.
Sobre esto, Paris recordó «cuando hace 10 años me identifiqué como un hombre homosexual era otra la situación, lo sufrí un montón, como muchas otras personas, pero hoy con la cantidad de avances en materia de derechos que hemos tenido, adquirimos algo que nos ampara tanto en la seguridad, en la inserción laboral, ese es el avance más significativo».
Seguidamente apuntó «todavía tenemos un sector de la sociedad que no nos entiende, que discrimina, que no empatiza, que tiene miedo a lo desconocido, y desde nuestro lugar seguimos luchando por eso, hoy buscamos el respeto, ser felices, amar, trabajar y tener la misma calidad de vida del resto de las personas».
Paris fue «la primera en la ciudad y unas de las primeras de Latinoamérica en ser registrada como no binaria, lo logré antes incluso del decreto, pero esto vino a agilizar el Registro Civil, se agrega la x a la nomenclatura de mujer y varón, y nos libera a las personas no binarias de la presión de las limitaciones sociales a lo que es ser varón y mujer».
«Con esta nomenclatura me di cuenta que había una identidad de género que a mi me permitía ir avanzando en mi transición de a poco, tranquila, sin prejuicios ni limitaciones», dijo Paris y además recordó que su contención fue junto a «mi familia, mi abuela, y el Estado, fueron quienes más me acompañaron, siempre sentí el abrazo del Estado porque solemos estar muy solas en este camino. Yo necesite el acompañamiento de abogados, del Estado Municipal y provincial y mi familia y amigos fueron el pilar que me sostuvo entre todo este caos».
Finalmente fue consultada sobre los agravios y discursos de odio en las redes sociales, sobre lo cual enfatizó «yo tomé la decisión de quitarle el peso a los pronombres, ya de por sí es una forma de luchar. Hoy en día decir puto, marica o torta, a esos insultos lo agarramos y los hacemos identidades. Si a mi alguien me grita puto, yo contestó «con orgullo», somos eso, y lo naturalizamos, le quitamos el peso a las palabras que el resto piensa que nos van a daña».
