Durante el fin de semana de carnaval el Palacio San José desarrollará una serie de actividades y atractivos especiales para quienes gusten acercarse a disfrutar de un día lleno de historia combinado con sabores, olores y colores entrerrianos. Entre ellas, el día sábado 18, el domingo 19 y lunes 20 de febrero en el horario de 10:00 a 18:00 hs, en la avenida del camino al Parque del Lago, se llevará adelante la “1er Feria: Viñedos de ayer y hoy”, un acontecimiento cultural que conjuga la historia del patrimonio botánico y el paisaje natural de este museo y monumento nacional con la actual producción vitivinícola, gastronómica y artesanal de la Provincia de Entre Ríos.
El día domingo y lunes, a las 11:30 hs y 16:30hs, Daniela Molina y Dino Impini, guías de la institución, presentarán la nueva visita guiada en torno la historia de la vid, ubicada en el Patio secundario de la casa. El recorrido de dicha visita se extenderá desde el Patio del Parral hacia el Parque del Lago donde, en su histórica glorieta, se exhibirá la maqueta del “San Cipriano”, un barco de máquina a vapor que el General Urquiza mandó a construir para dotar a su residencia de un motivo más de recreo. Además, la vida de antaño será recreada por la artista plástica Carina Amarillo, quien acompañará la visita y luego de realizarla plasmará con su arte una instantánea en acuarela capaz de reconstruir el paisaje perdido de quintas y frutales que, además de ser útiles para el autoabastecimiento de la estancia, ofrecían aromas y colores únicos cumpliendo así la tan búsqueda función estética que Justo José de Urquiza encomendaba para cada rincón de su morada.
A estas actividades especiales se le suman las visitas tradicionales en torno a la historia de la residencia del primer presidente constitucional de Argentina y gobernador de la provincia de Entre Ríos y de su esposa Dolores Costa. Las mismas se realizarán el día sábado 18 y martes 21, a las 10:00, 11:00, 15:00 y 16: 00 hs. Y los días domingo 19 y lunes 10, a las 10:00 hs y 15:00 hs.
De esta manera, en este feriado de carnaval el Palacio San José abrirá sus puertas para ofrecer una tarde de campo compartiendo historias poco conocidas en torno al patrimonio botánico que, hoy en día, se resignifican en la creciente producción vitivinícola de la Provincia de Entre Ríos.
La vid del Palacio San José, un poco de historia
Respecto del patrimonio botánico del Palacio San José que perdura en nuestros días, especial atención constituye la vid ubicada en el patio secundario al que ella le da nombre: el Patio del Parral. Este fue construido hacia 1853 y se conforma por 17 habitaciones destinadas a alojar a familiares, oficiales y viajantes, a la administración central de la actividad económica de Urquiza; también se ubicaba allí la cocina, un comedor secundario y la dispensa (con su sótano para el almacenamiento de alimentos) y contó con sala de baños y un espacio para albergar la máquina productora de gas de carburo que iluminaba la residencia.
En 1861, el artesano Tomas Benvenuto realza el perímetro de este patio con un zardo de hierro forjado y se plantan vides enviadas por el naturalista Eduardo Holmberg, llegando a contar con 20 cepas diferentes. A los dos años del inicio de colación de la pérgola, hacia 1863, los documentos atesorados en el Fondo Documental de Archivo del Palacio San José indican que se solicitaban al Saladero Santa Cándida dos barriles para ser utilizados como vasija, específicamente, para la elaboración de vino blanco. En ese mismo año, se adquirió un alambique para la residencia, el cual se ubicó en un salón edificado para su uso exclusivo en el ala sur, cercano al Parque de los Conquistadores. Fue tal la producción vitivinícola que se llegaron a adquirir hasta 5.000 corchos y se encomendó otro alambique de mayor tamaño hacia 1865. La actividad se sostuvo de manera interrumpida, siendo la cosecha de 1869 una de las más favorables, incluso, Dolores Costa continuo la tarea tras el asesinato del General. Asimismo, la producción vitivinícola se replicó en la Colonia San José por lo que se puede vislumbrar en la figura de Justo José de Urquiza como el primer promotor de la actividad vitivinícola en la región, resultando este legado uno de los mayores baluartes de la actividad agrícola de la Provincia ya que, entre finales del siglo XIX y las tres primeras décadas del XX, Entre Ríos se ubicó como cuarta provincia productora de vinos del país.
Llegada la década del 30, la crisis financiera afectó todas las industrias nacionales, resultando la del vino una de las más golpeadas. Fue la Ley 12.137, sancionada en 1934, la que dispuso la creación de la Junta Reguladora de Vinos, cuyo cometido final consistía en arbitrar la producción, indemnizar, suprimir vides viníferas y/o solicitar sustituir por otros cultivos. La drástica legislación fue “una bofetada al productor, muy triste (…) porque llegaban los empleados municipales a romper alambiques y toneles para que no se produjera más, derramaban el vino, el trabajo se perdía, tiraban la producción, fue vergonzoso», según señala la investigadora entrerriana Celia Vernaz.
Finalmente, en la década del noventa una nueva ley deroga la anterior proponiendo la liberación de la plantación, la implantación, reimplantación y/o modificación de viñedos, así como la cosecha de uva y su destino para la industria y comercialización de vino en todo el territorio nacional. Seguida a la nueva legislación, se recuperó la actividad de los viñedos en la Provincia de Entre Ríos: en la actualidad, con gran entusiasmo, este sector se encuentra en pleno crecimiento contando con 100 hectáreas implantadas y más de 30 elaboradores de vino quienes recuperan una tradición que, en el mes de febrero, cosecha su historia para continuar forjando los años de gloria de aquella “Entre Ríos que Urquiza soñó”.
