Una madre de la ciudad se comunicó con La Pirámide para expresar su profunda preocupación y angustia ante la imposibilidad de conseguir una vacante escolar para su hija, una niña de 11 años que finalizó su educación primaria el 5 de diciembre, sin adeudar materias ni haber repetido ningún grado.
Según relató, a pesar de los esfuerzos realizados durante meses, ninguna escuela secundaria pública o privada la ha aceptado para el ciclo lectivo 2026. La niña tiene discapacidad motriz y se desplaza con caminador anterior, por lo que la familia necesita una institución que cuente con rampas, baños adaptados en condiciones, accesibilidad interior adecuada y puertas amplias.
La madre asegura haber recorrido todas las instituciones que podrían cumplir con esos requisitos, pero se encontró con “burocracia, ignorancia y soberbia”, incluso en escuelas de renombre. “Lo que me indigna es tener que pasar por lo mismo otra vez. En ocho años no ha cambiado nada en materia de discapacidad y accesibilidad”, expresó.
También cuestionó el discurso oficial sobre inclusión “Promulgan una inclusión que no existe en la práctica. Solo funciona para fotos y notas, pero no en la realidad.”
La mujer describió la situación como frustrante y angustiante, ya que aún no cuenta con ninguna alternativa para asegurar la continuidad educativa de su hija en 2026.
“Es doloroso terminar el año sin una mínima esperanza de conseguir una vacante, teniendo el mismo derecho que todos los demás. El sistema parece querer que bajemos los brazos”, señaló.
La madre pidió visibilizar su caso para que se reflexione sobre la falta de accesibilidad en instituciones educativas y la necesidad de políticas efectivas que garanticen el derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes con discapacidad.
