En las primeras horas de la mañana, los efectivos de la Comisaría Tercera, en el marco de recorridas preventivas, realizaron un hallazgo significativo en calle Luis Grianta. Allí, encontraron una motocicleta Guerrero G110DL, que había sido reportada como robada. En el momento del descubrimiento, un joven de 18 años estaba manipulando el cableado del rodado.
Mientras tanto, en la sede policial, el propietario de la motocicleta, un hombre de 24 años, se encontraba presentando la denuncia. Relató que su vehículo había sido sustraído del frente del local bailable Barracas, ubicado en Av. Uncal, frente al Hospital Justo José de Urquiza, donde lo había dejado estacionado con traba volante.
Al percatarse de la presencia policial, el joven ingresó rápidamente a una vivienda cercana. Su padre, al ser interrogado, explicó que su hijo había llegado minutos antes con la moto, afirmando que se la había entregado un amigo.
La situación fue comunicada a la fiscal auxiliar, Dra. Lucía Bourlot, quien ordenó el secuestro de la motocicleta y el traslado del joven para su identificación. Posteriormente, el joven fue alojado en la Alcaldía de la Comisaría Primera, dando cierre a un operativo que rescató un bien robado y permitió la detención de un sospechoso en el proceso.
