En la ciudad de Chajarí, un niño de cuatro años llamado Augusto protagonizó una de las historias más conmovedoras de esta Navidad. Su pedido a Papá Noel no solo incluyó juguetes y dulces, sino también algo muy especial: un asado. La curiosa solicitud quedó registrada en un video que rápidamente se viralizó, generando miles de comentarios y reacciones en las redes sociales.
En las imágenes, Augusto abre con entusiasmo una bolsa que encontró bajo el árbol de Navidad. “¡Está frío, muy frío!”, exclama mientras intenta adivinar qué contiene. Al descubrir que se trataba de un corte de carne, su alegría fue desbordante: “¡Me hizo caso y me trajo asadooooo!”, gritó emocionado.
El pedido, según contó su madre, Jenifer Pianna, tenía un significado especial. Augusto no es un niño materialista y, aunque pidió juguetes como cualquier niño de su edad, para él lo más importante era compartir un momento en familia alrededor de la mesa. El asado, más que un regalo, simbolizaba ese momento de unión y felicidad.
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La historia de Augusto no solo conmovió a quienes vieron el video, sino que también se convirtió en un recordatorio de que la verdadera esencia de la Navidad no está en los bienes materiales, sino en los momentos compartidos con los seres queridos. Su madre recordó que, incluso el año pasado, el pequeño ya había pedido algo relacionado con la comida: una lata de choclo. Este año, su deseo fue más ambicioso, y Papá Noel no lo decepcionó.
La viralización del video fue espontánea. Una amiga de la familia lo compartió en redes sociales, y en cuestión de horas comenzó a replicarse en distintas plataformas. Miles de personas encontraron en la reacción de Augusto un respiro en medio de las noticias negativas que suelen dominar las redes.
La historia de este niño y su pedido tan particular nos recuerda que la felicidad a menudo se encuentra en los gestos más sencillos y en el valor de compartir. Fuente: El Once











