La elección de Paula Pareto como nueva miembro de la asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI), conocida este miércoles en París, supone otro ejemplo más de la grandeza de la exjudoca argentina, a la que se conoce cariñosamente como ‘La Peque’.
Esta deportista de 1,48 metros de estatura y fuerte complexión, con mentalidad competitiva y gran generosidad, se convirtió en 2016 en la primera mujer argentina en conseguir una medalla de oro olímpica. Fue en los Juegos de Río de Janeiro, en la categoría de -48 kilos, la misma en la que ocho años antes, en Pekín 2008, había alcanzado una presea de bronce.
Traumatóloga de profesión y apasionada por la gastronomía -tanto que participó en la edición argentina del ‘reality show’ Masterchef Celebrity y abrió un café propio-, la nacida en San Fernando (provincia de Buenos Aires) podrá permanecer como miembro del COI desde sus actuales 38 años hasta la edad límite de 70 años, si bien cada ocho deberá pasar por una votación de confirmación.
Según reconoció recientemente el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Mario Moccia, en una entrevista con la Agencia EFE, Pareto «postulaba para integrar la Comisión de Atletas del COI», pero, en el camino hacia ese sueño, el propio organismo internacional la nominó «por sus logros y por sus antecedentes» para el puesto conseguido hoy.
«Paula representa un motivo de orgullo permanente», aseveraba antes de viajar a París el dirigente, quien reconocía que, no obstante, «no verla en la competencia sobre el tatami es raro».
El escaparate del deporte como ejemplo para futuras generaciones, especialmente de niñas, la convirtió en una referencia en Argentina; especialmente, por su dedicación al judo, disciplina que, cuando ella comenzó, a los 9 años, era mayoritariamente practicada por varones.
«Muchas veces yo era la única nena en el grupo; de vez en cuando aparecía alguna más, y no faltaba quien me dijera o les dijera a mis padres: ‘ese es un deporte de nenes, la dejan hacer un deporte de varones’. Por eso, siempre destaco a mi familia, porque la respuesta de ellos siempre fue: ‘El judo es un deporte, y cada persona elije el deporte que más le gusta'», relataba la propia Pareto en un reportaje de Naciones Unidas Argentina con motivo del Día Internacional de la Mujer.
En 2003, con 17 años, participó en su primera competición internacional y, en 2005, ya tenía su primera medalla (plata) en un Campeonato Panamericano de Judo, que refrendaría en los Juegos Panamericanos de Río 2007, en los que fue bronce, y en 2008 con idéntica presea pero ya en Juegos Olímpicos.
Sin duda, el hito de su carrera fue el oro de Río 2016, el primer título olímpico para una mujer argentina, algo que le emociona al recordarlo.
«Yo no sabía de ese hito hasta que luego del triunfo, me estaba esperando la prensa y uno de los periodistas que me entrevistó me preguntó qué sentía al ser la primera mujer en ganar una medalla dorada en Argentina… Así me enteré de la hazaña, son cosas que me emocionan y no las puedo explicar», aseveraba en el citado reportaje.
Gracias a aquel triunfo, según rememora, muchas deportistas se acercaron a ella para decirle que «había roto el techo de cristal» y sirvió «para que más nenas se sumen y se interesen por el judo».
En un total de cuatro Juegos Olímpicos, la judoca obtuvo, además de las dos medallas, sendos diplomas en Londres 2012 y Tokio 2020, que supuso su retirada definitiva.
Pareto logró combinar su exitosa carrera deportiva, que también incluyó medallas de oro y plata en los Juegos Panamericanos de 2011 y 2015 y el título en el Mundial de Astaná 2015, con los estudios de traumatología y actualmente integra el cuerpo médico del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD).
Su pasión por el deporte y su generosidad la llevaron este año, en plena preparación de los atletas argentinos para París y en medio de recortes en políticas públicas del actual Gobierno argentino, a renunciar a su beca en favor de quienes iban a competir.
Además, ‘La Peque’ es una aficionada a la cocina, hasta el punto de que participó entre 2021 y 2022 en Masterchef, que abandonó por decisión propia en favor de otra compañera, y montó Pareto Caffé, un espacio gastronómico en su localidad natal que, según afirmó a la web El Gourmet, «busca reunir a las familias y amigos alrededor de delicias artesanales». Infobae.