La autora argentina Selva Almada destacó el rol de la escuela pública al recibir el premio Instituto Italo-Latinoamericano (IILA) de Literatura por su novela «No es un río», editada por el sello Rizzoli en 2022, en una ceremonia celebrada en la Sala Elettra del Roma Convention Center y en diálogo con Télam expresó que este reconocimiento «contribuye a la visibilizar la literatura latinoamericana en Italia».
«Los escritores y escritoras de la literatura argentina me dieron el permiso y el estímulo para convertirme yo también en una escritora», sostuvo Almada al ser presentada por la Secretaria General de la IILA, Antonella Cavallari.
El evento fue moderado por Gabriele Bizzarri, miembro del jurado del premio y profesor de la Universidad de Padua. Además de Almada, Francesca Lazzarato fue reconocida con el Premio Mejor Traducción por su trabajo en «Sacrificios humanos» de la escritora ecuatoriana María Fernanda Ampuero.
En comunicación con Télam, la autora de «Ladrilleros» subrayó que «No es un río» es su primer libro editado en Italia: «Es una gran alegría que haya recibido este premio, que en la edición anterior recibió Samanta Schweblin, quien fue la primera escritora mujer en recibirlo en toda la historia del premio. Este galardón además contribuye a la visibilizar la literatura latinoamericana en Italia».
En su fallo, el jurado destacó que «a diferencia de la mayoría de la ficción contemporánea, que privilegia predominantemente los colores urbanos, la obra de Selva Almada logra reconstruir la atmósfera enrarecida de la vida de la provincia, en diálogo con la gran tradición de la narrativa regionalista» y definió a su prosa como «exacta y límpida, dispuesta a someterse a incursiones fantásticas», ya que «dibuja una escritura cohesionada y coherente, capaz de desplazarse ágilmente entre los géneros literarios, sobrepasando las fronteras».
Durante la ceremonia, al recibir el premio, Almada agradeció y enfatizó: «En momentos en los que se ponen en duda todos los derechos adquiridos y todo lo público, entre eso la educación, quiero decir que aprendí a leer y a escribir en una escuela pública, que pude ir al colegio secundario y a la universidad gracias a la educación laica y gratuita de mi país. Que si pude leer montones de libros desde la infancia fue por la biblioteca que había en la escuela, primero, y después por la biblioteca pública del pueblo donde crecí».
Luego durante la ceremonia, la autora de «Lo que el viento arrasa» expresó que la lectura le enseñó que había otros mundos posibles, otras maneras de vivir y de pensar y destacó «el enorme talento y valentía de novelas como «Enero», de Sara Gallardo, y el derecho al aborto; las novelas de Oscar Hermes Villordo y Emma Barrandéguy y el derecho de amar y desear libremente a quien se nos antoje; la poesía de Juan L. Ortíz y de Calveyra y de Beatriz Vallejos desplegando con sus versos las complejidades del paisaje y de nosotros como apenas una parte de él; y la poesía de mi amada Estela Figueroa, tan lúcida y feroz». «Estos escritores entre otros de la literatura argentina le dieron «el permiso y el estímulo para convertirme yo también en una escritora», resaltó.
El premio, financiado por la DGCS/MAECI, tiene como objetivo principal destacar y promover la producción literaria latinoamericana contemporánea traducida y publicada en italiano. En esta edición, quince editoriales participaron con 19 obras de autores de ocho países latinoamericanos diferentes, resaltando el interés continuo de la industria editorial italiana por la literatura de la región.
La ceremonia del Premio IILA-Literatura forma parte del programa de Più libri più liberi, una iniciativa que busca promover nuevas voces en la literatura latinoamericana, impulsar la traducción y fortalecer la industria editorial. Esta distinción reafirma el compromiso del IILA de respaldar la difusión en Italia de las nuevas publicaciones provenientes de América Latina y brindar espacio a los escritores más destacados de la región. Fuente: El Once