Las declaraciones del próximo presidente, quien ha mencionado la posibilidad no continuar con las obras públicas, han generado preocupación en el sector. Esta incertidumbre ha llevado a muchas empresas a reducir su tamaño, esperando aclaraciones sobre el tipo de cambio y las directivas que se implementarán.
A nivel nacional, se estima que alrededor de 500.000 personas trabajan en proyectos de obra pública financiados por el Estado. En la zona local, donde abundan las obras, esta situación impacta directamente a una gran cantidad de trabajadores.
Aunque se especula sobre la posibilidad de que la obra pública se vea afectada, es necesario esperar a conocer las medidas y estrategias que se implementarán para manejar esta situación. Los trabajadores están ansiosos por recibir indicaciones claras y esperan que las decisiones tomadas no perjudiquen sus empleos.
La incertidumbre actual plantea desafíos significativos para el sector de la obra pública. Las empresas se mantienen en un estado de espera, pendientes de las directivas y políticas que serán establecidas por el nuevo gobierno. Los trabajadores expresan su preocupación y esperan que se encuentren soluciones favorables para todas las partes involucradas.