El 17 de junio es uno de los últimos feriados que se sumó a las festividades nacionales pautadas en el calendario de cada año. La fecha se aprobó mediante el decreto 1.584/2010 que modifica a la Ley 27.258.
“Modifícase el decreto 1.584/2010 e incorpórase como feriado nacional y día no laborable en todo el territorio de la Nación el 17 de junio de cada año, en conmemoración al Paso a la Inmortalidad del General Don Martín Miguel de Güemes”, señala la modificación aprobada por el Congreso de la Nación en 2016.
Martín Miguel de Güemes fue un militar y político clave en la lucha por la independencia de la Argentina. Nació el 8 de febrero de 1785 en Salta, hijo de una familia adinerada. Desde muy joven se inició en la carrera militar. A los 14 años se alistó como cadete y en 1806, a los 21 años, viajó a Buenos Aires para participar en la defensa contra las invasiones inglesas. Desde entonces, se unió a la lucha de la patria naciente.
El proceso de independencia fue un camino tortuoso plagado de resistencias. Una de las más importantes fue el avance de los grupos armados formados por españoles, europeos y americanos que defendían la monarquía española. Luego de la Revolución de Mayo, el avance realista se concentró en el Norte del país. Allí, la figura de Güemes es fundamental: se puso al frente de la resistencia organizando y miitarizando la provincia de Salta.
Creó y lideró la milicia gaucha conocida como “Los Infernales”, grupos armados compuestos por arrenderos, mulatos, mestizos, indios y pequeños propietarios. La ventaja estaba en que estos milicianos conocían el terreno, dominaban el uso del caballo y podían cubrir amplios territorios organizados en grupos de 20 a 30 personas. La táctica era atacar en grupos pequeños, de forma sorpresiva y desaparecer rápidamente, logrando un desgaste continuo que debilitaba al enemigo.
Se enfrentaron incluso a militares entrenados que venían de detener el avance de Napoleón en España. La estrategia y destreza de los gauchos de Güemes logró contener nueve invasiones realistas, deteniendo el avance español hacia el resto de las provincias.
Por su accionar, en 1815, Güemes fue electo gobernador de Salta a pedido del pueblo salteño. Fue el primer gobernador no designado desde Buenos Aires, lo que generó cierto descontento entre la clase política porteña que veía como una amenaza la aparición de un líder local fuerte y militarizado. El miedo era que se consolidara como un líder autónomo. Pero este no fue nunca su objetivo. Su plan y compromiso con la independencia fue siempre claro y, de hecho, Güemes fue uno de los primeros en interpretar el plan sanmartiniano de liberación y luchar por él.
Güemes fue amado y odiado en su propia provincia. Contaba con la lealtad absoluta de los gauchos y, al mismo tiempo, se enfrentaba al descontento de la élite salteña. Como no había un sistema de pago para las milicias gauchas, Güemes les había otorgado ciertos beneficios como no pagar la renta a los terratenientes. Todo esto, sumado a la falta de recursos que produjo la continua lucha contra los avances realistas, intensificó las pujas internas de la sociedad salteña.
El 7 de junio de 1821, durante una emboscada a su ejército, Güemes fue herido de bala y diez días más tarde, el 17 de junio de 1821, moría a sus 36 años. Su leal ejército continuó peleando hasta conseguir vencer a los realistas. Martín Miguel de Güemes luchó por la patria naciente y fue una figura clave en el proceso de independencia de nuestro país, reseña Infobae.