Para una mejor calidad de vida, los caballos rescatados del maltrato están en Tekove Mymba, la fundación que «ama lo que hace y donde tienen 1200 hectáreas para ser el primer santuario animal de Latinoamérica», describieron.
«El trabajo y el compromiso que tenemos con estos nobles animales se demuestra en un largo camino y los resultados se ven a través del esfuerzo mancomunado, verlos disfrutar su hábitat al natural es una caricia al alma, ahí son libres y la libertad para ellos es su vida», afirman.
Además, en una de las fotos proporcionadas a La Pirámide puede verse el gran avance que ha tenido uno de los equinos, que oportunamente se difundió por este portal, cuando fue trasladado a Tekove Mymba porque había sido golpeado y lastimado.
El caballo se recupera día a día de las lastimaduras, se está alimentando por sus propios medios y está recomponiendo su peso.