Las imágenes, que los involucrados compartieron en sus propias cuentas, generaron polémica y preocupación, ya que el uso de este tipo de dispositivos se encuentra prohibido, especialmente en espacios públicos, por los riesgos que implica para la integridad física de terceros.
Si bien el video que circula no es reciente, vecinos señalaron en comentarios que este tipo de prácticas continuarían realizándose en una plaza de la ciudad, lo que reavivó el debate en redes sociales.
Aunque el accionar fue presentado como una situación humorística, el registro muestra conductas potencialmente peligrosas, dado que las pelotitas de hidrogel pueden provocar lesiones —en particular en el rostro y los ojos— y generar reacciones imprevistas en peatones, ciclistas o conductores.
Cada vez que este tipo de contenidos se difunde, se vuelve a poner en discusión los límites de las “bromas”, el uso responsable del espacio público y la naturalización de prácticas que pueden derivar en hechos más graves.
