Un traslado a otra planta, para los operarios que decidieron aceptarlo es solo un simple maquillaje y un paliativo, que no considera el tiempo y el entorno social de los involucrados directos, en primer lugar los operarios de la planta, en segundo lugar y no por eso menos importante, los uruguayenses, que todavía desconocen el impacto ambiental de tanques vacíos frente al puerto, en una zona transitada para el deporte, caminatas y disfrute del espacio libre.
Debemos entender, que cualquier medida tomada en un escritorio en Buenos Aires puede perjudicar de manera económica pero también socio-ambiental en las provincias.
Los planes requieren diseños y estrategias que contengan las voces involucradas; en este caso, se debió medir todo el impacto que el cierre provocaría.
Como entrerrianos, tomando el legado de Urquiza, creemos en el federalismo y que muchas veces, se toman medidas nacionales sin contemplar las realidades provinciales o regionales.
Por todo lo expuesto, levantamos la voz para que resuene un nuevo Pronunciamiento. Políticas con sentido social, teniendo en cuenta que el interior, también existe.











