Más de dos millones de niños de uno a cuatro años serán vacunados desde el sábado contra el sarampión, la rubéola, las paperas y la poliomielitis en el marco de una campaña nacional que responde al calendario de vacunación obligatorio y se extenderá en todo el país durante seis semanas, explicó el subsecretario de Estrategias Sanitarias e Información, Juan Manuel Castelli.
«El gobierno nacional junto a las 24 jurisdicciones lanzó este plan para poder reforzar los niveles de cobertura y disminuir los brotes de cualquiera de estas enfermedades», señaló el funcionario.
La Campaña Nacional de Vacunación contra Sarampión, Rubéola, Paperas y Poliomielitis 2022 se desarrollará entre el 1° de octubre y el 13 de noviembre para niños de 1 a 4 años que deben recibir las dosis adicionales, gratuitas y obligatorias de las vacunas Triple Viral (contra sarampión, rubéola y paperas) e IPV (contra poliomielitis), que no requieren orden médica.
Castelli, médico especialista en infectología, remarcó que esas dos vacunas «tienen un fin de protección individual pero también, lo más importante en este caso, tienen una función social, sobre todo en vacunas como el sarampión».
«Cuando nuestros niños están correctamente inmunizados impiden la circulación de este virus y eso protege a las personas que aunque se vacunen, por distintas razones, puede ser que no tengan una respuesta inmunitaria adecuada», indicó el funcionario.
Asimismo, explicó que el plan está destinado «a todos los niños y niñas de 13 meses a cuatro años inclusive, es decir los niños que tienen hasta cuatro años, once meses y 29 días».
«Es una campaña que se hace en función de algunas condiciones sanitarias, cuando hay circulación del virus en otros países y cuando los niveles de cobertura de las vacunas, por distintas razones, han descendido y eso hace que sea necesario», explicó el especialista y recordó que «la última (campaña) se hizo en 2018 y las anteriores en 2014 y en 2009».
El subsecretario destacó como «muy importante» en esta nueva campaña «dos vacunas: la triple viral y la IPV, que se van a aplicar como dosis adicional en todos los niños en las 23 provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires».
Tras resaltar que se trata de «una campaña homogénea, que se realizará en todos los vacunatorios públicos del país», el funcionario precisó que «los niños que constituyen la población objetivo de esta campaña, por estimación estadística, son 2.322.000 en todo el país».
Y, aclaró que si bien «se trata de vacunas de calendario, que son obligatorias, las de esta campaña son dosis adicionales».
«Esta campaña es totalmente nominal, donde todas las provincias y los vacunadores van a registrar la aplicación de la dosis en el mismo sistema que se hizo con la vacunación contra Covid-19, y esto va a impactar en Mi Argentina y en el registro digital que puede consultar cada centro de salud», añadió.
Castelli remarcó que «son vacunas eficaces y seguras» y que esta campaña de seguimiento «no se hace siempre sino a intervalos, cuando hay condiciones que requieren su establecimiento».
En este sentido, apuntó que Argentina «mantiene su nivel de estado libre de sarampión, pero más de la mitad de los países del mundo no la tienen eliminada a esta enfermedad, entonces es importante que mantengamos altos niveles de cobertura de vacunación, que tiene que ser del orden del 95%».
«En los últimos cinco años, la vacunación ha estado por debajo de ese nivel de cobertura, por lo que se hacen las campañas para fortalecer la vacunación y para disminuir la posibilidad que tengamos un brote que afecte a nuestros niños y niñas», indicó.
Castelli precisó que «el estado nacional ha adquirido todas las dosis necesarias, no solo para el calendario sino también para esta campaña» y acotó que la inversión «fue de más de 2.800 millones de pesos para la campaña, no solamente en las vacunas sino también todos los descartables necesarios para poder hacer la aplicación».
Estas vacunas «son gratuitas, su aplicación es obligatoria y no requiere orden médica, que es importante para las mamás y los papás», añadió.
Además, acotó que las personas que llevan a sus hijos del rango etario solicitado y tienen chicos de mayor edad «pueden llevarlos para hacerles un control de la vacunación, porque si les faltan vacunas es una muy buena oportunidad para completar el calendario».
«Es algo muy positivo para todos que se pueda hacer eso, que concurran todos con sus libretas, que se controlen y que, además del niño al que le toca la dosis adicional, su hermanito de 6 o 7 años pueda completar su esquema de vacunación», añadió.