El Defensor General de la provincia de Entre Ríos, Maximiliano Benítez, estuvo este lunes en Concepción del Uruguay, para la presentación del Protocolo Integral de Detección e Intervención ante el Maltrato en la Primera Infancia y luego realizó una visita al Centro de Escucha para Adolescentes que implementó Concepción del Uruguay, una iniciativa precursora del Municipio de nuestra ciudad.
En Concepción del Uruguay el Centro de Escucha para Adolescentes, es un espacio pensado y sostenido por y para jóvenes de la ciudad, acompañado por profesionales que brindan contención y orientación. Bajo la consigna “Concepción te cuida”, el Municipio decidió dotar al Centro de un lugar físico, y el 3 de Julio se inauguró en Baldoni y Santa Teresita este punto de encuentro, pertenencia y acompañamiento para chicas y chicos de entre 13 y 18 años, al que cualquier adolescente puede concurrir libremente.
Acompañado del Intendente José Lauritto, la Diputada Nacional Marianela Marclay y la Asesora en Primera Infancia Marisa Paira, Benítez dialogó con los mismos chicos y chicas que le dan vida al Centro de Escucha contaron la experiencia y las actividades que realizan diariamente. “Tenemos talleres, charlas y actividades, pero son iniciativas de nosotros mismos, cosas que surgen de nuestros encuentros y de nuestras charlas. Por ejemplo se habló en un momento de armar una biblioteca y empezamos a juntar libros que nos compartimos. Lo más importante es reconstruir vínculos, de eso se trata, de hablar y escucharnos entre nosotros”, contaron.
“El espíritu del Centro es que los adolescentes sean protagonistas: ellos organizan, participan y sostienen las actividades, siempre con el acompañamiento de un equipo de adultos que supervisa y brinda contención”, explicó el Psicólogo Social Jorge Tallafer, coordinador del espacio.
“Los talleres son un punto de encuentro, pero lo más importante es el compartir entre nosotros, escucharnos y sentirnos acompañados. Muchos chicos encuentran aquí amistades y contención que a veces les cuesta conseguir en otros ámbitos como clubes o la escuela, o en el mismo barrio. Lo importante es encontrarnos”, destacó una de las jóvenes quien resaltó que la mayoría coincide en las cosas que les preocupan o les aquejan: desde temas de salud mental, hasta cuestiones más cotidianas como discusiones familiares o sufrimiento por situaciones de maltrato y bullying.
También contaron que en el Centro de Escucha no se diagnostica, no se medica y no se realizan tratamientos clínicos. “Lo que hacemos es acompañar y, de ser necesario, derivar a los jóvenes a centros de salud o profesionales específicos. Nos ayudamos con un mate y una palabra, y a veces de esas charlas salen cosas profundas que nos van sanando”, señalaron.
Más de 60 adolescentes han pasado por el Centro en diferentes actividades. El grupo más constante es de alrededor de 15 a 20 jóvenes que participan activamente del Centro, que abre sus puertas los martes de 16 a 18 horas, los jueves de 9 a 11 horas, y los sábados en horarios rotativos, según la actividad prevista ya que suelen destinarse a intervenciones en espacios públicos, mateadas, juegos y propuestas recreativas para que más adolescentes se sumen al espacio.
“En muchas ocasiones, los chicos mismos son quienes se encargan de acercarse a otros jóvenes para invitarlos a participar. Es un proceso de boca en boca, que fortalece la pertenencia y la identidad del espacio”, expresó Jorge Tallafer.
