OBRA PÚBLICA: más allá de los avances en este aspecto, estamos convencidos que la obra pública no puede ser el único valor en una gestión municipal.
Cabe destacar que la gran obra de puesta en valor del ex Hotel Francisco Ramírez con una “inversión total de más de 99 millones de pesos” solo tendrá como destino albergar oficinas burocráticas municipales, algo que claramente está lejos de ser prioridad para los uruguayenses.
APOYO AL SECTOR PRODUCTIVO Y COMERCIAL: fue poco lo que se habló acerca del acompañamiento a uno de los sectores más importantes de la economía local. Aún en pandemia, el Municipio no bajó la presión fiscal ni tributaria sobre los negocios y comercios de nuestra ciudad.
TURISMO Y DEPORTES: se habló de una articulación de los sectores público – privado, pero nada se dijo sobre la carencia de infraestructura turística, el penoso estado de Balneario Banco Pelay y playas circundantes o de la falta de respuestas a los concesionarios que en el caso de la Isla Cambacuá, rescindieron los servicios y abandonaron las instalaciones. Respecto al deporte, solo se hizo hincapié en los eventos deportivos en los cuales la ciudad es solo una sede.
TRANSPORTE PÚBLICO: la compleja problemática del transporte público no fue abordada en esta apertura de sesiones ni en la realidad. Claramente se debe replantear el sistema de transporte urbano de pasajeros, algo que venimos reclamando hace tiempo.
INSEGURIDAD: ante distintos episodios reiterados y hechos de inseguridad, no fueron suficientes las cámaras de seguridad que se mencionaron y aunque la policía no depende de manera directa del municipio, existen diversas medidas vinculadas a la prevención del delito, así como acciones conjuntas con la provincia que se podrían haber aplicado.
Estoy convencido de que lo prioritario es discutir cómo solucionar los problemas que desde hace tiempo padecen nuestros vecinos. Nuestro rol de oposición, implica que podamos marcar lo que falta por hacer, proponer ideas y herramientas superadoras. Creo firmemente en la Innovación tecnológica, la transformación cultural, el desarrollo de valores cooperativos, así alcanzaremos la gestión municipal Siglo XXI, con una ciudad integrada e inclusiva.
