El Concejo Deliberante de Concepción del Uruguay recuerda a la comunidad la plena vigencia de la Ordenanza Nº 9867, sancionada en noviembre de 2016. Esta normativa prohíbe la comercialización, distribución y uso de pirotecnia sonora que supere los 65 decibeles, así como la fabricación y suelta de globos aerostáticos.
Además, establece restricciones para la venta de pirotecnia a menores de 16 años y exige autorización previa para espectáculos públicos que incluyan su uso.
El objetivo de esta regulación es proteger la salud pública, garantizar el bienestar animal y salvaguardar la seguridad de los ciudadanos, especialmente en épocas festivas.
Empatía
La Municipalidad de Concepción del Uruguay hace un llamado a la comunidad para concientizar sobre los efectos negativos del uso de pirotecnia durante las fiestas de Navidad y Fin de Año.
Los ruidos intensos y repentinos pueden generar angustia, sobresaltos y crisis en niños, niñas y adolescentes con discapacidad, especialmente en quienes se encuentran dentro del espectro autista. Estas personas son altamente susceptibles a los sonidos fuertes debido a la hipersensibilidad auditiva o hiperacusia, una condición que provoca una percepción aumentada de los ruidos habituales, que pueden resultar molestos o incluso dolorosos.
En el caso de las personas con autismo, se recomienda:
· Anticipar lo que va a ocurrir: informar con antelación cuándo y dónde podrían producirse ruidos fuertes, utilizando apoyos visuales, pictogramas o historias sociales.
· Uso de auriculares: emplear protectores auditivos que reduzcan el nivel de presión acústica.
· Alejamiento: si el ruido ocurre de manera inesperada, procurar alejarse de la fuente sonora.
Los animales sufren
El uso de pirotecnia durante las Fiestas representa también un momento de alto estrés para perros, gatos y otros animales. Los ruidos fuertes, repentinos e imprevisibles generan miedo, desorientación y ansiedad, provocando conductas como temblores, intentos de escape, ladridos constantes o incluso accidentes al huir sin rumbo.
El impacto no se limita a animales domésticos: la pirotecnia afecta también a aves, caballos y fauna silvestre. Al no poder comprender el origen del ruido, los animales lo perciben como una amenaza, lo que explica su necesidad instintiva de esconderse o huir. En muchos casos, esto puede derivar en lesiones, extravíos o consecuencias graves para su salud.
Por estos motivos, se invita a la comunidad a celebrar de manera responsable, eligiendo alternativas sin ruido y recordando que unas fiestas verdaderamente felices son aquellas que incluyen el cuidado, la empatía y el respeto por todos los seres que conviven en nuestra ciudad.











