El Autoservicio del Alto, un comercio de cercanía con trayectoria en la zona, propiedad de Miriam Kleman y Pablo Oscar Liporace, reabrió oficialmente sus puertas el viernes 19 de diciembre, tras atravesar un incendio que afectó por completo sus instalaciones originales. El siniestro ocurrió el 25 de marzo de este año y fue provocado por una falla eléctrica, específicamente un cortocircuito en un freezer.
El local había sido inaugurado originalmente el 14 de enero de 2019. Tras un año y medio de funcionamiento, el crecimiento del emprendimiento llevó a sus propietarios a mudarse a un espacio contiguo, de mayores dimensiones. Cuatro años después, el incendio obligó a detener la actividad comercial y a iniciar un proceso de reconstrucción que se extendió durante aproximadamente ocho meses.
En los días posteriores al hecho, el comercio pudo retomar parcialmente su actividad gracias a un espacio alternativo facilitado por un familiar, donde se realizó una reapertura provisoria a los cinco o seis días del incendio. Según relató Liporace, esta etapa fue posible gracias al acompañamiento de vecinos, clientes, familiares, empleados, colegas del rubro y distintos aportes económicos y materiales.
La reconstrucción del local original comenzó cerca de un mes después del incendio, una vez finalizadas las tareas de limpieza y desarme. El proceso demandó un esfuerzo sostenido y culminó con la reapertura formal realizada el pasado viernes.
Actualmente, el Autoservicio del Alto ofrece servicios de kiosco y almacén, con un surtido que incluye bebidas, cervezas, verdulería, fiambrería, carnes, pollos, milanesas, helados, productos de limpieza y artículos de librería, además de la venta de alimentos elaborados como tartas.
Liporace destacó que, a pesar del impacto económico, el acompañamiento de la comunidad fue clave para sostener el proyecto. La reapertura marca así una nueva etapa para el comercio, que busca recuperar su ritmo habitual y ampliar su oferta para los vecinos del barrio.
