Los profesionales allí presentes fueron unánimes y contundentes en expresar que así como quiere aprobarse esta normativa, sería un retroceso sobre el código anterior, perjudicaría la inversión privada y el desarrollo urbano, y no cumpliría con el principal objetivo propuesto de mejorar el bienestar y el acceso a la vivienda de los uruguayenses.
Al código COTA le falta seguir trabajándolo, así como está, carece de razonabilidad, tiene muchas incoherencias, acentúa las posibilidades de discrecionalidades y excepciones por parte de los funcionarios de turno, y hasta tiene algunos aspectos que podrían considerarse inconstitucionales.
Más grave aún, sostuvieron que tiene vicios de legalidad en su procedimiento que harían totalmente incierta la validez futura de la norma y por consiguiente, nadie se arriesgaría a invertir bajo una ordenanza que pudiera ser judicializada.
En dicho sentido, sostuvieron que no cumple con la ordenanza municipal 4583 como tampoco con la Ley General de Ambiente 25675 y la Ley de Acceso a la Información Ambiental 25831.
Por último, previo a dejar sus informes por escrito (los cuales se adjuntan al final de esta nota), sostuvieron que si bien el código de ordenamiento territorial y ambiental (COTA) tiene puntos buenos y se ha avanzado considerablemente en poder actualizar el anterior código urbano con una norma más moderna, así como está hoy en día, no tiene el consenso social suficiente por parte de la mayoría de los profesionales que más trabajan cotidianamente con las implicancias de dicha norma.
Estuvieron presentes representantes de la Cámara de Desarrolladores Urbanos, del Colegio de Agrimensores y del Colegio de Escribanos. Por otra parte, el Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios entregó una nota por mesa de entrada del municipio.
Por parte de los bloques opositores estuvieron presentes José Gurne, Carlos Dutra, Evelyn Viganoni, Rosa Ana Squivo y Aldo Montañana.











