Desde las 23 horas del domingo, los residentes han sido afectados por el ruido, lo que les ha impedido descansar adecuadamente. Esta situación no es nueva, ya que el viernes pasado se registró un incidente similar.
Los vecinos han manifestado su frustración debido a la aparente inacción de las autoridades de Seguridad Urbana municipal. A pesar de que los empleados de la seguridad reconocen el problema del ruido, no se han tomado medidas efectivas para solucionar la situación. Los residentes exigen que se implementen controles más estrictos y que se garantice su derecho a un descanso tranquilo durante la noche.
La comunidad espera que las autoridades escuchen sus reclamos y actúen de manera inmediata para evitar futuros inconvenientes. Hasta el momento, los dueños del lugar no han emitido un comunicado oficial para expresar su visión sobre el asunto.