Además, preocupa la aparente falta de utilización efectiva de los impuestos destinados a la reparación de calles en la zona. Los vecinos se preguntan qué se está haciendo con estos fondos, ya que las calles presentan un estado de deterioro evidente, siendo necesario el mantenimiento y arreglo con broza en el centro asfaltado.
Otro punto de preocupación es el gasto excesivo en la Isla del Puerto, donde las luces permanecen encendidas durante 18 horas al día. Los vecinos se cuestionan quién asume este costo y demandan una explicación sobre el uso adecuado de los recursos municipales.
La situación se agrava con la presencia de vehículos abandonados en las calles, generando un ambiente de abandono y desorden que afecta la calidad de vida de los residentes.