Foto: Evandro Leal – dpa
Un vecino de Concepción del Uruguay que vacaciona en la ciudad de Gramado, al sur de Brasil, relató cómo fueron los instantes posteriores a la caída de un avión en la mañana del domingo, que dejó 10 muertos de una misma familia y 17 heridos en las cercanías del lugar del siniestro.
«Se sentía un olor a quemado, pensábamos que era una fábrica de chocolate y no podíamos pasar con el auto porque estaba todo cortado», recordó el uruguayense.
«Estamos alojados a una cuadra del hotel donde se estrelló el avión y no se escuchó ruido y cuando salimos vimos todo colapsado», agregó.
El accidente se convirtió en el segundo más grave de Brasil en 2024 y el que más víctimas dejó entre aeronaves de pequeño porte. Solo fue superado por la tragedia de VoePass en agosto, que causó 62 muertes. Con este nuevo caso, el total de víctimas fatales en 2024 asciende a 148, un aumento del 92% respecto a 2023, marcando el año con más muertes desde que el Cenipa comenzó a recopilar datos en 2014.
El gobierno de Rio Grande do Sul confirmó la muerte del empresario Luiz Cláudio Salgueiro Galeazzi, de 61 años, quien era el dueño y piloto del avión. También murieron en la tragedia su mujer, las tres hijas adolescentes de la pareja, su suegra, su cuñada y su concuñado -también director de la empresa de Galeazzi-, además de otras dos niñas. Hasta el momento, solo se revelaron los nombres de Galeazzi y Guimarães.
La familia residía en el estado de San Pablo y habría viajado a la ciudad para participar en los festejos de Navidad. En un comunicado al diario O Globo, Galeazzi & Associados, compañía de la cual el empresario era CEO, informó que todos los registros y autorizaciones del avión estaban en regla y que colaborará con las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades competentes.
El trayecto y la caída del avión
El avión despegó de Canela a las 9.15 (hora local) de la mañana del domingo 22, con destino a Jundiaí en San Pablo, pero minutos después cayó en Gramado, una ciudad vecina. Según la Secretaría de Seguridad Pública y la Infraero, el avión colisionó con la chimenea de un edificio cercano a la Avenida das Hortênsias, impactó el segundo piso de una residencia y terminó cayendo sobre una tienda de muebles. Los escombros también alcanzaron una posada, que ahora está en riesgo de derrumbe.
Transeúntes afectados
Según el gobierno de Rio Grande do Sul, 17 personas que estaban en tierra recibieron atención médica tras el accidente, en su mayoría por inhalación de humo del incendio. De ese total, cinco fueron atendidas y dadas de alta en el Hospital de Canela, mientras que doce permanecían internadas hasta la noche del domingo.
Otros huéspedes de la posada tuvieron que abandonar el lugar y fueron reubicados en otras acomodaciones dentro de la ciudad. Testigos del accidente relataron al diario O Globo que escucharon un fuerte estruendo y que la zona quedó cubierta por un “corredor de humo y neblina”. Con información de La Nación.