El 1 de septiembre de 2022 la vicepresidenta argentina sufrió un ataque en el que un individuo gatilló sin éxito un arma de fuego. Una acción que conmocionó al país y reflejó la creciente tensión política.
12 meses después, las investigaciones prosiguen teniendo en custodia solamente a tres implicados, aunque desde el kirchnerismo se asegura que el intento de magnicidio tuvo motivaciones políticas por parte de sectores conservadores.
La líder kirchnerista estaba rodeada por una multitud de seguidores en las puertas de su casa, en un momento en el que estaba a punto de enfrentar su primer juicio por corrupción, cuando un individuo sacó su brazo entre la multitud y gatilló un arma hasta dos veces intentando disparar a la también expresidenta argentina (2007-2015).
Las balas no llegaron a salir por un error técnico, pero la sociedad argentina quedó conmocionada ante lo que estuvo a punto de ser uno de los magnicidios más graves de la historia del país.
Argentina contuvo la respiración y sus seguidores realizaron numerosas y multitudinarias manifestaciones en su apoyo. Detrás del móvil del crimen, el kirchnerismo, corriente que lidera la actual vicepresidenta, sostiene que hay odio político.
12 meses después de lo ocurrido solamente se ha conseguido inculpar a tres personas: Sabag Montiel, autor de los hechos, su novia Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, que empleaba a ambos como vendedores ambulantes. Hechos que no han ayudado a desaparecer la tensión política entre izquierda y derecha en torno a qué y quién está detrás de este intento de asesinato. Fuente: France24/Télam