La problemática se centra en la falta de mantenimiento por parte del estado local, donde la presencia de funcionarios parece limitarse a épocas electorales en busca de votos, dejando la vialidad en un estado de abandono evidente. La vegetación ha crecido descontroladamente en las banquinas, y el ingreso desde las calles internas del barrio al camino se ha vuelto una tarea sumamente peligrosa debido a la nula visibilidad reinante.
Uno de los problemas más destacados es la carencia de dársenas de giro, lo que hace que descender desde la ruta para ingresar al barrio se convierta en una acción expuesta a accidentes de manera frecuente. Ante esta situación, el grupo liderado por «Nunga» Viganoni y Alejandro Eggel ha decidido tomar cartas en el asunto.
Armados con determinación y herramientas de trabajo, los vecinos han emprendido la tarea de cortar las malezas que han invadido las banquinas, buscando así mejorar la visibilidad y garantizar la seguridad de quienes transitan por la zona. Este acto ciudadano no solo demuestra el hartazgo de la comunidad ante la negligencia estatal, sino también su voluntad de asumir la responsabilidad por su propia seguridad y bienestar.
Este gesto de autogestión y solidaridad vecinal no solo busca solucionar problemas inmediatos, sino también enviar un mensaje claro a las autoridades locales sobre la necesidad de una intervención urgente en materia de vialidad.
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