El encuentro dio continuidad a la reunión celebrada en octubre del año pasado y reafirmó el compromiso de superar los modelos asistencialistas tradicionales, apostando por soluciones sostenibles desde un enfoque territorial y comunitario.
Asimismo, el intendente subrayó: «La fragmentación de esfuerzos agrava las crisis, es necesario un mecanismo de trabajo colaborativo, en el que el Estado, las organizaciones religiosas y los actores sociales operen en igualdad de condiciones. Aquí no hay voces más válidas que otras: combinamos el conocimiento territorial de las iglesias con la capacidad técnica del Municipio».
Durante la reunión, se identificaron áreas críticas:
• Salud mental y adicciones: ante el preocupante aumento de casos de ansiedad y consumo problemático en jóvenes, se propuso la creación de «espacios seguros y libres de estigmatización».
• Vivienda y hacinamiento: se remarcó la importancia de articular programas de acceso a la tierra con un enfoque de acompañamiento comunitario.
Cabe señalar, que los participantes coincidieron en que las políticas públicas deben priorizar a la familia como núcleo fundamental de resiliencia social.
De esta manera, uno de los representantes pastorales expresó: «Muchos jóvenes encuentran en las adicciones lo que perdieron en hogares fracturados. Nuestro rol es sanar desde las raíces».
Finalmente, Lauritto destacó: «Esto no es un evento aislado, sino el inicio de una nueva forma de promoción social, con esta alianza, se sienta un precedente: la articulación como herramienta clave para enfrentar la desesperanza”.
