La baldosa, ubicada en la vereda de la esquina, fue descubierta durante una sencilla pero emotiva ceremonia encabezada por el intendente Martín Oliva, y la hija de Miguel Ángel, Fabiana Rousseaux, quien llegó a la ciudad convocada por la Dirección de Derechos Humanos en el marco de la muestra “Historias Nuestras”, referidas a las víctimas del terrorismo de Estado en Concepción del Uruguay. Antes del acto de la baldosa, Fabiana participó de un conversatorio de la muestra, realizado en el Colegio del Uruguay, junto al director de Derechos Humanos, Darío Baron, quien recordó que la exposición puede visitarse en el CeCaT.
Araceli Traverso, militante local por los Derechos Humanos y una de las capacitadoras de la Muestra, realizó una semblanza sobre Rousseaux: “Tenía convicciones políticas, las primeras fueron del Socialismo y más tarde terminó militando en el Partido Comunista. Llegó a ser delegado de la fábrica Gillette, esta militancia fue clave porque en marzo de 1976 va a denunciar lo que ven todos: los camiones que entran en forma clandestina a la ESMA, que estaba frente a la fábrica; es un dato clave en su propia historia. Dos meses después, Miguel Ángel estaba manteniendo una reunión política con sus compañeros y un grupo de tareas lo saca de esa reunión. Esa misma noche ingresan al domicilio donde estaba su esposa Nora y sus tres pequeños hijos. Desde esa noche no se supo nunca más nada de Miguel Ángel”.
Por su parte, Fabiana consideró el acontecimiento como fundacional “que se puedan transitar las calles de Concepción del Uruguay con los nombres de quienes estuvieron decididos a cambiar este país, a que fuera más justo y se pudiera vivir un poco mejor”. También se refirió a este hecho como una acción contra el negacionismo aún vigente en ciertos sectores: “¿Cómo puede ser que una persona desaparezca y la sociedad diga que eso no ocurrió?”, planteó Fabiana como síntesis de ese negacionismo. “Ese negacionismo se produjo en el interior de muchas familias, no se pudo contar, y el silencio social está intacto en muchos lugares de Argentina. Entonces, a pesar de que pasaron cuatro décadas, tenemos que pelear para que se pueda abrir a la memoria el legado de quienes tomaron la decisión de entregar su pasión por el cambio”.
Durante el acto, también se hizo entrega del Legajo de su padre enviado por el Archivo Nacional de la Memoria, una política de Estado que se registra desde hace tiempo y que Concepción del Uruguay, fue la primera ciudad del interior del país, en recibir la documentación por parte de familiares de desaparecidos.
Las baldosas
Estas baldosas constituyen un homenaje a los detenidos-desaparecidos y/o asesinados por el Terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico militar Argentina. A través de ellas se deja una marca, una huella de su paso al señalizar en la vía pública los lugares donde vivieron, estudiaron, trabajaron, militaron o donde fueron secuestrados o asesinados.