Rocío Troncoso, quien ha trabajado como vendedora ambulante en la isla del puerto durante los últimos tres años, se dirigió a la comunidad para hacer pública una situación alarmante que vivió recientemente. Ayer, mientras circulaba por el sector casi centro entre los baños y Panza Verde, fue agredida físicamente por una mujer que, según Troncoso, es profesora de taekwondo con un cinturón negro de 4 dan.
La vendedora explica que, debido a su corta visión, no pudo identificar a la mujer hasta que estuvo frente a ella. En ese momento, la agresora comenzó a insultarla en presencia de varias personas. A pesar de no reaccionar ante los insultos, la situación escaló rápidamente. La mujer, utilizando técnicas de taekwondo, le propinó una patada y dos golpes con puño cerrado en la cara, lo que le causó un fuerte dolor de cabeza y un zumbido en el oído izquierdo. Además, la agresión dejó un hematoma visible en su muslo izquierdo.
Rocío ha decidido hacer pública su experiencia no solo para denunciar la violencia que sufrió, sino también para señalar que el uso de técnicas de combate en situaciones de conflicto personal es inaceptable, especialmente por parte de alguien que debería ser un modelo a seguir en su disciplina.