El presidente del Club Engranaje, Cristhian Fernández, dialogó en el programa Línea de 3 (17:00 a 18:00 – Mavi TV) sobre la actualidad de la institución y su recorrido hasta llegar a la dirigencia.
Sobre los inicios en la dirigencia, Fernández recordó: «En 2016 Sergio Vereda nos invitó, a un grupo de chicos que jugábamos en la categoría de veteranos, para sumarnos como dirigentes o colaboradores. A partir de allí tomamos el camino dirigencial que nos gustó para darle una mano a lo que estaban haciendo en la institución y le dimos nuestra impronta».
«Hace años que trabajamos con un lindo grupo, que es importante para que todo salga lo mejor encaminado posible», destacó.
En esta línea, sostuvo: «Esta generación joven tuvo que aprender a los golpes, solos. Los viejos dirigentes no sabían cómo enseñarle al nuevo que se sumaba al club. Con ese camino que tomamos con la nueva generación le dimos la impronta, dinámica y energía joven al club».
Y agregó: «Nadie nos enseñó cómo ser dirigentes y con aciertos y errores continuamos llevando adelante una institución. Además, recordó una frase de una autoridad uruguayense del fútbol y sostuvo: «El dirigente deportivo es el funcionario más barato del Estado porque no cobramos».
«Los clubes cumplen una herramienta social muy importante, sobre todo en este contexto. Han sabido buscar las herramientas para contener a chicos y chicas dentro de las instituciones», remarcó.
«15 años atrás el club estaba alejado de la ciudad y ahora está en el centro prácticamente porque la ciudad se expandió. Eso ayudó al club a mejorar en afluencia de deportistas y tuvo el desafío de mejorar la infraestructura, conociendo los límites económicos. Tratamos de cumplir con que los chicos se lleven una vianda a su hogar. No tenemos la ayuda que deberíamos pero desde la dirigencia tratamos de hacerlo de la mejor forma posible con las herramientas que tenemos a mano», explicó Fernández.
Sobre la retroalimentación Estado-club, el dirigente detalló que «la expansión de la ciudad demanda al club a tener un buen camino, a tener una mejor cancha e iluminación, vestuarios y lo básico para cumplir como institución. Estamos civilmente comprometidos como dirigentes y debemos tener atenciones. También tenemos nuestras obligaciones y responsabilidades».
Por otro lado, Fernández recordó la reciente obra de pavimentación de calle Ituzaingó y explicó: «Como dirigentes solicitamos esa obra y lo gestionamos de la mejor manera y hubo respuesta por parte del municipio. El club ayuda a mejorar el barrio y viceversa».