Durante la noche del 5 de agosto, un grupo de militantes de AGMER Uruguay se reunió para pintar consignas que visibilizan las precarias condiciones salariales en la provincia. A pesar de contar con la autorización del propietario de la pared, un fuerte operativo policial se presentó para solicitar documentación e intimidar a los manifestantes. Ante la posibilidad de llamar a los medios y a funcionarios de Derechos Humanos, los policías se retiraron sin identificarse ni dar explicaciones.
Este accionar ha sido denunciado por AGMER, que lo considera una reminiscencia de épocas oscuras en la historia del país, donde la libertad de expresión era reprimida. La organización responsabiliza al gobernador Rogelio Frigerio por cualquier daño que puedan sufrir los docentes afectados y hace un llamado a la sociedad para condenar estas prácticas.