Foto: Diego Cabrera, fundador de MCH, junto a sus hijos Emanuel y Noelia.
Hace 20 años, MCH nació en un pequeño taller en el corazón de la ciudad. Con mucho esfuerzo, comenzamos a forjar el sueño de ofrecer maquinaria y soluciones industriales de calidad, marcando el inicio de un camino lleno de aprendizajes y desafíos.
Ese espacio, que al principio era más que suficiente, pronto se llenó de nuestras ideas y de máquinas en constante movimiento, reflejando los sueños de un equipo comprometido con el crecimiento. Sin embargo, el tiempo pasa y las necesidades cambian. Estábamos en medio de la ciudad, y nuestro lugar se estaba quedando pequeño. Era necesario dar un paso valiente.
Tomamos la decisión de mudarnos al Parque Industrial. Este proceso, aunque difícil y lleno de esfuerzo, fue absolutamente necesario para seguir avanzando. Es fundamental destacar que nada de esto hubiera sido posible sin nuestro equipo de trabajo, que se adaptó al nuevo espacio, enfrentó cada desafío con compromiso y nunca dejó de creer en nosotros.
Hoy, 20 años después, queremos expresar nuestro agradecimiento a quienes han sido parte de este camino: a nuestros clientes, que confiaron en nosotros para acompañar sus proyectos; a nuestros proveedores, que siempre estuvieron allí para apoyarnos; y al equipo humano que es el motor de MCH. Gracias por ser el pilar fundamental de nuestro crecimiento.
Contamos con la experiencia de dos décadas en el sector, que sigue siendo nuestra base sólida, ahora acompañada de un renovado entusiasmo y de las ganas de avanzar y seguir creciendo juntos.
Gracias por ser parte de esta historia. Gracias por acompañarnos en estos 20 años de esfuerzo, crecimiento e innovación. ¡Vamos por mucho más juntos!