Luego de la reunión de asunción de las nuevas autoridades de dicho club, La Pirámide dialogó con Carlos Marcó, quien fue electo presidente, para conocer sus perspectivas y objetivos en medio de los desafíos que enfrenta la actividad hípica.
Primeramente, Marcó detalló su visión del club: “La visión del Club no es muy distinta a la visión que uno tiene del país. Una situación económica muy compleja y con mucha incertidumbre que en cierto modo impide proyectos a largo plazo. No debemos olvidar que el turf no es sólo una actividad deportiva, sino que es una verdadera industria generadora de ingresos y de fuentes de trabajo. En la medida que la situación económica, social, política, etc. no experimente una mejoría, el turf seguirá el mismo destino. Por el contrario, cualquier mejoría en el plano económica repercutirá sin lugar a dudas en la actividad turfística. La crisis económica de los últimos años, agravada por la pandemia que paralizó por casi 10 meses a la actividad, produjo un achicamiento”.
Con respecto a los objetivos, puntualizó: “El objetivo a corto plazo es poner en valor la sede social, y el funcionamiento de una agencia hípica con transmisión y la posibilidad de realizar apuestas en forma directa en los hipódromos centrales tercerizada, sin que el Club deba asumir riesgos en momentos de gran incertidumbre económica como el actual, siempre manteniendo la fuente laboral del personal afectado a ello. A la par, centrar todos los esfuerzos en mantener e incrementar en lo posible la actividad hípica en nuestro hipódromo, en el cuál viven varias personas cuya única fuente de ingresos lo constituye la actividad hípica. La razón de ser de un Jockey Club es la existencia de un Hipódromo y el desarrollo de su actividad hípica. Si no es así pierde su sentido de ser».
Al ser consultado sobre su decisión de postularse a la presidencia del Club, Marcó manifestó que “tengo 58 años y desde chico estuve vinculado a esta actividad, pues mi padre siempre tuvo caballos de carrera, integrando varias comisiones del Club, llegando a presidir el mismo. A los 25 años integré por primera vez una comisión directiva del Club, y tuve una intensa participación como abogado de la institución en una época muy compleja, cuando a raíz de la liquidación del Instituto de la Actividad Hípica en el año 1991, que era un organismo autárquico que fomentaba el turf en el interior del país con un porcentaje que se le retenía del juego a los hipódromos centrales. Ello provocó el cierre de numerosos jockeys clubes en el país. En nuestra provincia cerraron 5 de los 8 clubes oficiales existentes, quedando sólo 3 de ellos (Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú). Junto a algunos miembros de la Comisión Directiva anterior y otros nuevos integrantes, conformamos una lista para este período 23/25, surgiendo mi nombre para ocupar el cargo de presidente. Ya estaba retirado de la actividad institucional desde hace años como lo dijera, pero la difícil situación por la que atraviesa el turf me obliga a realizar el último esfuerzo, aun sabiendo que no es en los mejores momentos. Siempre puse a la Institución por encima de todo”.
Por otra parte, el nuevo presidente brindó información sobre nuevos socios: “La idea es realizar una apertura de nuevos socios, pero sin perder de vista que ellos deben tener una vinculación y un compromiso total con la actividad. El socio del Jockey Club debe llevar la pasión del turf adentro, y pensar que la Institución está por encima de las personas. Los nuevos socios se incorporarán en la medida que la actividad tenga un crecimiento y que esta nueva comisión demuestre estar a la altura de las circunstancias”.
Finalmente, Carlos Marcó le indicó a La Pirámide, cuáles son las actividades y eventos que le gustaría organizar durante su mandato: “Además de poner en funcionamiento la nueva agencia hípica y tratar de mantener la actividad turfística en el hipódromo, debemos tratar de darle a parte del predio del mismo una utilización que sirva para generar recursos genuinos destinados siempre a la actividad”.











