Los pequeños, cuyas edades oscilan entre los 4 y los 10 años, fueron vistos caminando por las calles con una canasta llena de tortas fritas recién hechas. La gente los recibió con alegría y agradecimiento, y muchos se detuvieron a conversar con ellos sobre la importancia de esta fecha.
Los niños expresaron su deseo de mantener vivas las tradiciones argentinas y compartir su amor por la cultura con los demás. La comunidad aplaudió su iniciativa y los felicitó por su espíritu solidario.
Sin duda, una hermosa manera de celebrar el Día de la Tradición y de mostrar que la solidaridad y el amor por nuestras raíces culturales son valores que se pueden transmitir desde temprana edad.